lunes, 4 de mayo de 2009

La Firma de Jose

Opinión


Los mejores de Europa


No sé si será la útlima entrada que escriba en este blog, puede que sí puede que no. Pero esta entrada la quería escribir, no es de actualidad (aunque para mí siempre lo será). Hoy la firma de Jose trata sobre aquel 29 de junio de 2008. Todos sabréis a que me estoy refiriendo, para los que no os sitúo. Estadio Ernst Happel de Viena, la selección española de fútbol, la "roja", jugaba su tercera final europea ante los siempre temibles alemanes.

La "roja" había llegado al último partido del campeonato invicta y desplegando un fútbol que encandiló al mundo del balompié. Los Casillas, Reina, Puyol, Juanito, Marchena, Ramos, Cazorla, Silva, Fernando Navarro, Albiol, Villa, Torres, Fábregas, Palop, Capdevilla, Sergio García, De la Red, Güiza, Senna, Xabi Alonso, Arbeloa, Xavi, Iniesta y Luis Aragonés pasito a pasito escribían una frase en la historia del fútbol español.



Nuestra cita con la historia comenzó el 10 de junio contra los rusos (4-1). Luego llegaron los suecos (1-2). El primer objetivo estaba cumplido llegar a los fatídicos cuartos de final que durante tantos años se nos atragantaban. Pero antes quedaba el tercer partido de la fase de grupos. Nuestros jugones debían enfrentarse a la selección helena, el sabio de Hortaleza, Luis Aragonés, decidió dar descanso a los jugadores titulares. Los once "suplentes" cumplieron con creces venciendo por 1 a 2 a los griegos. 9 puntos y a pensar en Italia, nuestro rival en cuartos.

22 de junio, llegaron los temidos cuartos de final. Enfrente la Squadra Azzurra, los actuales campeones del mundo. Los españoles luchaban contra los italianos y contra la historia, la losa de los cuartos pesaba. Pasaron los noventa minutos sin goles, los 30 de prórroga y finalmente llegaron los penaltys, lo que algunos llaman lotería o suerte, otros entrenamiento y estudio. En la portería estaban posiblemente los dos mejores arqueros del fútbol mundial, pasado Buffon y presente Casillas. San Iker Casillas, 27 años, con sus manos puso a España con un pie en las semifinales de la eurocopa. Cesc Fabregas, el joven catalán que salió con 16 años de la Masia rumbo a la ciudad del Támesis para hacerse un hueco entre las estrellas del fútbol europeo, rubricó el pase de la "roja" a la siguiente ronda batiendo al meta italiano Buffon. El resultado final de la tanda de penaltis fue 4-2, por España marcaron Villa, Cazorla, Senna y Cesc, en Italia marcaron Grosso y Camoranesi.



El muro de los cuartos cayó y ante los campeones del mundo, ahora tocaban las semifinales. Las malditas semifinales que te dan acceso a la gloria o te condenan a la triste final de consolación. El conjunto español se enfrentaba a la Rusia de Hiddink que había derrotado a la todopoderosa Holanda, que estaba realizando un juego espectacular en esta eurocopa. Pero un pequeño rubio destrozó a la selección de Van Basten, este fue Arshavin. La primera parte acabó sin goles y con la lesión del pichichi de la Eurocopa, David Villa. Los segundos 45 minutos bajo el diluvio y la tormenta austríaca España desplegó su mejor juego, el mejor fútbol de todo el campeonato que acabó con la resistencia rusa. España doblegó a los rusos bajo un aguacero de lluvia y fútbol, el marcador reflejó la superioridad de nuestros bajitos, 3-0.

Así llegó el gran día, 29 de junio. Un partido, la gloria o el ostracismo del segundo puesto. Nuestros once bajitos tenían una cita con la historia y suceder a aquel once que en 1964 frente a la URSS nos situó en la cúspide del fútbol europeo. En el otro lado del campo Alemania, la ingeniería alemana comandada por Ballack frente a la sutileza y elegancia del futbol español. El conjunto de Luis Aragonés no podía contar con David Villa, a la postre Bota de Oro de la Eurocopa, pero ahí estaba el Niño que dejó su Manzanares para crecer futbolísticamente de la mano de Rafa Benítez en la ciudad de los Beattles. Así a la medio hora de juego un pase al hueco de Xavi Hernández lo recogió el 9 de la roja que batió en la salida del guardameta alemán, Lehman.

1-0 brillaba el marcador del Ernst Happel. 1-0 reflejaban las televisiones de todos los españoles. Un único grito recorría España desde A Coruña hasta Murcia, desde Barcelona hasta Huelva, de Santander a Cádiz, desde Salamanca a Valencia. En todas las ciudades de nuestro país se oía somos campeones. Era cierto por segunda vez en la historia España era campeona de Europa, además era campeona con un juego que enamoraba a propios y extraños, rompía con el dicho futbolístico que dice que el fútbol es deporte que juegan once contra once y siempre ganan los alemanes. España demostró que eso no es verdad, que en el fútbol suele ganar casi siempre el que juega mejor. Bajo los focos del estadio austríaco los jugadores españoles recibían de manos del presidente de la UEFA, el señor Platiní, la medalla que les acreditaba como Campeones de Europa. Todos las cámaras de televisión, todos los objetivos fotográficos apuntaban a una única persona. Un chaval mostoleño de 27 años que a en su espalda lleva el número 1, se apellida Casillas de nombre Iker. Medio mundo y España entera esperaba ver como esas manos, que nos llevaron a las semifinales en los penaltys frente a Italia, alzaban esa copa al cielo de Viena. Para los incrédulos, España era Campeona de Europa.



Para acabar he de citar las frases que dedicó Cruzcampo a la selección tras ganar la Eurocopa, porque reflejan a la perfección el paso de nuestra selección por este gran torneo.

Decían que eramos bajitos, pero hemos derrotado gigantes.
Que nuestro himno no tiene letra, pero hemos escrito la historia con letras de oro.
Que se nos atragantaban los cuartos, pero no las grandes finales.
Si el pasado fue negro lo hemos teñido de rojo.






Fotos Google

Jose

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